Puede que en tu contexto sea tiempo de inicio de curso, de grupos, de temporada deportiva, de actividad, de estancia… Dedicar tiempo a realizar bienvenidas y acogidas de calidad es fundamental para que niñas, niños, adolescentes (y también las personas adultas) empiecen a sentirnos como un lugar seguro. Y, desde ahí, su estado emocional, su rendimiento, su aprendizaje, la convivencia… puedan verse beneficiadas. ¡Un buen inicio marca un buen camino!
Para hacer una acogida que dé seguridad, se han identificado una serie de “elementos” a incluir y que pueden ser adaptados en función del ámbito de acompañamiento, la edad, las características, el encuadre… A continuación, apuntamos algunos de ellos:
LO PREVIO
- Analizar y establecer nuestro espacio y nuestra actividad como un entorno seguro para la infancia y adolescencia (y las personas adultas). Para ello, podemos tener en cuenta una serie de aspectos que aparecen en estas guías elaboradas por Tratu on:
- Propiciar que las niñas, niños y adolescentes conozcan previamente el lugar, el funcionamiento general y al personal. Con visitas, jornadas de puertas abiertas, cuentos, material audiovisual que tengamos…
Explicarles de antemano que, y a quien se van a encontrar, cuales pueden ser sus personas de referencia, que vamos hacer en ese espacio…
- Hacer buenos “relevos” entre las personas que les han acompañado antes y les acompañaremos ahora. Crear una lista de las “cosas positivas” de cada menor de edad podría ser algo a compartir entre ellas (evitando la tendencia de poner “sobre aviso” de las cosas sólo “negativas”) y facilitándonos también algunas claves para conectar con ellas y ellos y sus puntos de interés.
- Posibilitar acompañamientos a los nuevos espacios o actividades por parte de personal que les ha acompañado previamente, sus familias, algunas chicas y chicos que han estado antes …
PARA SEGUIR CON LA ACOGIDA
- Saludo y agradecimiento por su presencia, por acudir, por su interés…
- Presentación propia y presentación mutua con juegos, dinámicas, actividades asociadas a emociones de seguridad, disfrute, curiosidad… ¿Hemos de contar cosas nuestras personales? Eso dependerá de nuestra valoración, del tipo de relación a construir progresivamente, del momento, de la esfera de intimidad en la que deba permanecer esa información… Se puede proponer a las niñas, niños y adolescentes que piensen sus propias ideas sobre qué dinámicas hacer.
En este material del programa “Lotzen” se pueden encontrar algunas de ellas así como actividades para ir trabajado a lo largo del curso o temporada la cohesión grupal.
Sería interesante tratar de no repetir todos los años en todos los grupos o cursos las mismas dinámicas. - Hacer cierto recordatorio del tiempo de vacaciones, de cursos anteriores, de otras temporadas con anécdotas o contenidos relacionados con el disfrute. Haciendo que todas y todos se sientan a gusto, evitando comparaciones y poniendo en valor aquello que quieran compartir.
- Trabajar las expectativas, las necesidades, lo que les gustaría para este curso, esta temporada… a diferentes niveles. Pueden utilizarse diferentes dinámicas: el árbol de los sueños, las tarjetas de necesidades y emociones, líneas de tiempo a futuro…
- Consideración de algunas emociones que puedan traer. Esto puede hacerse a nivel individual o a nivel grupal. No se requiere que las niñas, niños o adolescentes se “abran en canal” emocionalmente de forma directa, en ese momento inicial o delante de otras personas, algunas nuevas (según el perfil, situación, edad, circunstancias no sería conveniente) Puede abordarse de una manera general o indirecta con círculos de palabra, actividad en la sala de psicomotricidad, actividad artística…
- Conocimiento y construcción conjunta de la decoración del espacio, organización de la dinámica, rutinas, reglas de convivencia, formas de resolver conflictos…La participación en ello va a ser importante por autonomía, por compromiso, por ir creando sentido de pertenencia, por atender necesidades…teniendo en cuenta que hay límites a fijar desde nuestra responsabilidad adulta para la seguridad precisamente.
- Reconocimiento del espacio desde su mirada, para poder ubicarse en donde está nuestro aula, el material, los baños, los vestuarios, como se llega a la zona de juego, donde encontramos a personas adultas de referencia (si fuese necesario) y esto lo podemos hacer a través de una yincana, de otras compañeras/os que se lo muestran… e incluso podemos invitarles a crear señales que les ayuden a encontrar los espacios más importantes o de más difícil acceso.
- Acción especial-ritual de bienvenida. Durante los primeros días-semanas se puede proponer alguna actividad especial de bienvenida. La naturaleza, la comida o el deporte-movimiento pueden ser ingredientes interesantes de estas acciones por su valor segurizante natural. Pensemos en opciones como merendolas, excursiones, murales, fotos colectivas, juego libre de movimiento…
- Objeto de bienvenida. Preparar algún objeto para entregar y ritualizar la bienvenida. Si es “artesanal” y personalizado, adquiere un valor añadido. Una carpeta, una taza, una carta, un motivo decorativo, una camiseta, una pegatina, una flor…
- Espacios individuales. Compartir espacio con otras personas puede dar seguridad; tener un espacio propio para ti como el de “dejar tus cosas” también. Por ello, considerar elementos como percheros, taquillas, bandejas… es interesante siempre que sea posible.
A TENER EN CUENTA
Sería interesante tener cuidado con:
- No presionar, agobiar, forzar a que una persona se descubra ante el resto fuera de su ritmo o posibilidades. Esto en determinados perfiles o características es importante. Por ello, hay que elegir dinámicas amables y posibilitando diferentes formas de participar.
- No realizar algunos juegos “broma” que pueden ser en realidad germen de malestar o algún tipo de violencia.
- No querer hacer todo esto en un mismo día o sesión Es un proceso que lleva su tiempo, sus días, sus sesiones… Y no es tiempo perdido para entrenar, dar clase o hacer otras cosas de la agenda.
- No olvidarse de madres y padres en todo este proceso. Implicarlas va a ser necesario y va a facilitar procesos. Con ellas también hemos de hacer acogidas y podremos compartir actividades de bienvenida para toda la familia.
- No ignorar que hay niñas, niños, adolescentes que por su edad o su vivencia pueden sentir seguridad con algún objeto transicional que traigan de su casa u otro lugar y habrá que tenerlo en cuenta.
- No dar por hecho que no es necesario hacer la acogida por haberla hecho en años anteriores o tener el mismo grupo. De ser así podremos probar cosas nuevas y profundizar en algunos aspectos.
Y algunos detalles interesantes:
- Recibir en la puerta el primer día y acompañar en la salida (buen momento para establecer contacto y poner y que te pongan cara).
- Aprenderse cuanto antes y bien el nombre de cada niña, niño y adolescente
- (y quizás el de alguno de sus referentes).
- Trasmitir alegría y confianza, un entorno seguro siempre nos recibirá con cariño y cuidará los detalles con mimo.
Para profundizar en estas ideas o contar con más ejemplos, puedes ver el webinar acogidas y despedidas de Tratuon, ver recursos en la web www.tratuon.org o consultarnos en info@tratuon.org